A menudo, en las bodas por la iglesia, el sacerdote se refiere al matrimonio como una roca a la que aferrarse. Una institución, tanto pública como privada, que permanece inalterada mientras lo demás tambalea. Claro que para llegar a esa fortaleza es necesario el paso del tiempo, el símbolo más elocuente de que aquella unión fue una feliz y acertada decisión.

No en vano el aluminio es el material químico, mineral, del que está formada nada más y nada menos que el 8% de la corteza terrestre. Un elemento, pues, pegado a la tierra, a la realidad, a lo pedestre, y está bien que así sea porque el amor se construye con sueños, pero también con verdades.

¿Significado de las bodas de aluminio? Como hemos ido describiendo en distintas entradas sobre las celebraciones de aniversarios de bodas, no siempre hay un simbolismo concreto y preciso. En este caso, se alude al metal como metáfora de la consistencia que toma la relación.

 

Los aniversarios de metal de las bodas

Porque las bodas de aluminio llegan a los diez años de casados. Una fecha que se considera lo suficientemente sólida para recibir tal galardón. La etimología de duradero tiene que ver con endurecer; es decir, dura, permanece, lo que es duro. Como el amor no construido en castillos en el aire.

De ahí que sean varios los aniversarios ‘de metal’ a lo largo de los distintos eventos simbólicos que jalonan el recorrido matrimonial de las parejas. Así, antes de llegar a la imponente cifra del diez, se han celebrado las bodas de hierro que llegan a los seis años de casados. O el bronce, que también se puede entender en términos deportivos, de éxito, de los ocho años de vida en común.

A los dieciocho llegan las bodas de cuarzo, a los veintidós las de cobre, a los veinticinco, como todo el mundo sabe, las de plata, para culminar en el metal más precioso, el oro, de los cincuenta. (Con permiso del diamante y platino).

 

¿Un menú recomendado para las bodas de aluminio?

Así como hay bodas de algodón, hiedra, agua, rosas, azabache, coral o incluso hueso (a los cien, casi nada) que podría dar ideas a un chef imaginativo para un menú ad hoc, no es tan fácil buscar un paralelismo con las bodas de metal.

Más allá de buscar alimentos ricos en hierro, como los mejillones o el marisco en general, un menú para bodas de aluminio se antoja complicado. O no. Porque en Villa Laureana estamos dispuestos a satisfacerte y poner a tu disposición el menú que más se antoje. Para ello disponemos de una carta que brinda muchas posibilidades y un chef abierto a nuevos desafíos como es Rafa Parro y su equipo de élite.

 
bodas de aluminio regalos
 

¿Y qué regalar en las bodas de aluminio?

Teniendo en cuenta que las bodas de aluminio se celebran a los diez años, hablamos de parejas aún jóvenes o relativamente jóvenes. Muchas de ellas tendrán hijos pequeños, pero en este tipo de celebraciones son los padres, es decir, la pareja, los destinatarios que merecen todos los agasajos.

Viajes, experiencias, un álbum con los momentos más brillantes de esa década, un lote de productos gastronómicos selectos que tengan relación con su historia son algunas ideas que pueden triunfar.

No lo dudes. Villa Laureana es el lugar ideal para celebrar tu aniversario de boda. Tanto si es una reunión reducida al mínimo, es decir, con los dos comensales protagonistas de las bodas de aluminio (o rubí, marfil, porcelana…) como si se trata de un evento multitudinario. Elige Villa Laureana y lo harás memorable.