La tentación de prometerse amor en plena naturaleza, respirando aire puro y con una iluminación digna de foto es cada vez una de las opciones más demandadas por las parejas. Pero la búsqueda de la finca perfecta y la decisión final de alquilarla depende de tantos factores que uno puede sentirse abrumado. Por eso, queremos dejarte 10 consejos que tener en cuenta a la hora de alquilar una finca para bodas para ti o para un familiar o amigo.

Detalles a la hora de elegir una finca

A la hora de casarse, uno tiene una idea clara en la cabeza: un jardín de bodas único en una finca cuidada al detalle en la que los invitados se sientan cómodos; un menú acorde al presupuesto pero a la altura de la ocasión y una celebración final en la que todos vuelvan a casa con una sonrisa aún más grande que la vuestra…Sin embargo, cuando te dispones a buscar la finca perfecta para celebrar uno de los momentos más importantes de tu vida, aparece la gran pregunta, ¿cuánto cuesta una boda en Madrid? la variedad de precios, localizaciones y servicios acaba causándote un auténtico quebradero de cabeza.

Por eso queremos ayudarte a comprender las diferencias de precios entre alquilar una finca de bodas u otra y qué debes tener en cuenta a la hora de elegir:

 

1. La temporada, importa

Si siempre soñaste con dar y recibir los votos nupciales en un paisaje otoñal o primaveral, estás de suerte. En temporada baja, de octubre hasta abril, los precios de los jardines de boda suelen ser más económicos. Además, si la finca es al aire libre, las fotos quedarán espectaculares con los colores de fondo propios de esa época.

 

2. ¿Casarse en viernes? No es tan mala idea

Cada vez es más habitual asistir a bodas celebradas en viernes o domingo. Y es que el presupuesto puede llegar a reducirse cerca de un 20% y permite a la pareja invertir su dinero en otros aspectos, como el menú o un servicio de transporte para los invitados.

 

3. Un barman durante el cóctel

En este aspecto, al igual que para el menú de bodas, la elección depende de las prioridades de la pareja, pero los responsables de la finca suelen ofrecer una barra libre de mojitos u otro tipo de cóctel más elaborado para acompañar el aperitivo y entretener a los familiares y amigos antes de sentarse. Otra opción contratable, suele ser un servicio cerrado con una carta de entrantes y refrescos variados que el personal del catering para bodas irá ofreciendo a los invitados según vayan llegando.

 

4. Decoración de la finca

Puede que estés deseando que se refleje en las fotos de boda esa calidez que solo otorga la luz del atardecer en un espacio natural. O que a la hora de comer, los invitados aprecien la intimidad de un espacio decorado con una iluminación elegante, en el exterior, o con un espacio íntimo y un arreglo floral adecuado en el interior. Es importante comentar con el responsable del jardín o salón todos los detalles que harán de tu boda, una experiencia plena.

 

5. Sensación de privacidad y exclusividad

Conviene cerciorarse de si la casa de bodas planea celebrar varias ceremonias a la vez, ya que es un aspecto importante que puede restar familiaridad y calma al ambiente si no se gestiona de forma adecuada. No obstante, si la finca es lo suficientemente grande y cuenta con áreas preparadas y un servicio debidamente organizado, la opción de celebrar el matrimonio en un espacio compartido puede abaratar costes y no suponer un problema para los invitados ni para la pareja.

 

6. Servicio de transporte para los invitados

Los salones de bodas más elegantes suelen situarse en fincas rurales o villas de campo preciosas, pero a menudo de difícil acceso. Por eso, muchas de ellas incluyen en el precio del alquiler de la finca, el precio del alquiler para un autobús de boda y aquellos invitados que no puedan o no deseen conducir puedan disfrutar de la boda al máximo. Es una opción muy acertada si muchos de los familiares y amigos han decidido quedarse en un hotel cercano para evitar coger el coche después de la celebración.

 

7. Wedding planner

A la hora de planificar la boda y elegir el sitio idóneo, hay que tener en cuenta que algunas ofrecen un servicio extra de planificación de bodas para hacer de tu viaje al altar unas vacaciones emocionantes y evitar los malentendidos típicos de la toma de decisiones entre parejas, justo antes de la boda. Puede ser una excelente opción si decides delegar la organización en detalle de tu boda a un experto que, además, conocerá la finca a la perfección.

 

8. Las fotos, en manos de un profesional

En ocasiones, los novios prefieren elegir a un fotógrafo recomendado por amigos o a un conocido con un portfolio espectacular. Sin embargo, no hay nada como cerciorarse de que el salón de bodas tenga su propio servicio de foto y vídeo en caso de que el que hayáis elegido no pueda venir y, por supuesto, porque solo el propio de la finca conocerá los mejores rincones y momentos del día en el que la pareja y los invitados deslumbrarán como se merecen.

banquete de boda

9. El menú de bodas: una elección delicada

El menú, tanto en presentación como el listado de platos, es uno de los temas de conversación más habituales para romper el hielo entre los comensales, una vez sentados en su mesa. Por eso, es importante contar con un servicio que te permita elegir la carta que más se adecue a tu gusto y dejar en las manos de un buen chef la degustación de platos. Existen fincas que subcontratan el servicio de cocina para la ocasión, frente a aquellas que prefieren apostar por su propio chef en plantilla y contar con la experiencia de un profesional que esté a la altura de las exigencias específicas del tipo de comensales que suele acudir a la finca.

 

10. El número de comensales

El aspecto más importante para el cálculo del presupuesto del alquiler de la finca de tus sueños es, sin duda, el número de comensales. Pero por obvio que sea, es importante mencionar que algunas fincas, una vez aceptado el presupuesto por un número de invitados determinados, no aceptará variaciones si finalmente el número de asistentes es menor. Por eso, queremos darte un consejo y contar con ese amigo o familiar de última hora que no está seguro de poder asistir. Es siempre más agradable tener que añadir un comensal que no ser capaz de restar su coste del presupuesto inicial.

 

En la finca de bodas Villa Laureana, contamos con 50.000 m2 situados en el norte de Madrid y tenemos un servicio de calidad y la experiencia necesaria para cumplir cada uno de estos requisitos. Pide una cita con nosotros y pasea por nuestras instalaciones, sin ningún compromiso. Estaremos encantados de acompañarte en cada paso de lo que te aseguramos será, un día de ensueño.