El coche de bodas es uno de los detalles que dejamos para último momento. Sin embargo, constituye una parte importante de la logística: será el medio de transporte de la novia, tradicionalmente, hasta la iglesia o espacio ceremonial, y también vuestro transporte hacia el hotel donde disfrutaréis vuestra noche de bodas.

 

En los últimos años, el medio de transporte con el que los novios eligen acudir a una boda, denota parte de su estilo y personalidad. Por eso, queremos darte algunos consejos sobre cómo elegir tu coche de bodas y adaptarlo a lo que queráis transmitir.

1-Elige el estilo y modelo

Lo primero que deberás decidir es por qué estilo de coche os gustaría optar. Lo aconsejable, si no sabéis por dónde empezar, siempre es optar por un coche en tonos oscuros, pero la realidad es que la oferta de coches de boda originales es tan amplia que nos apetece recomendarte alguna de las siguientes ideas:

 

    • Para bodas íntimas y divertidas: Seat 600 en color rojo
    • Para enlaces clásicos: Jaguar MK V del 1949, en color verdoso o tonalidades oscuras
    • Para bodas de verano: Volkswagen escarabajo del 1969, en blanco crudo.
    • Para una boda urbanita: Packard convertible del 1951, en azul aguamarina

 

  • Para bodas hippies o ibicencas: Volkswagen Bully del 1960, en azul aguamarina y blanco crudo.
  • Para celebraciones campestres o de estilo tradicional: una calesa será vuestra mejor aliada.

 

 

2- Ten en cuenta el espacio

Puede que hayáis decidido acudir al salón de bodas juntos y sin compañía, en cuyo caso, cualquier biplaza podría funcionar de maravilla. Sin embargo, en numerosas ocasiones, la novia prefiere utilizar el coche de bodas para acudir a la iglesia en compañía de su madre o familiares cercanos, por lo que debéis tenerlo en cuenta a la hora de elegir el coche en el que todos estéis cómodos y podáis bajaros elegantemente de él delante de todos vuestros invitados.

 

3- Adornos para coches de boda

Una vez alquilado, serán los motivos decorativos lo que lo harán parecer realmente un coche de bodas. Por eso, y dada la cantidad de tareas de las que estaréis pendientes, os recomendamos que deleguéis la decoración en una persona de confianza que pueda reflejar vuestro estilo. Prueba a darle algunas nociones para que trabaje tranquilo/a: ¿queréis utilizar lazos o flores? ¿os gustan los adhesivos con un mensaje personal sobre el coche? ¿Preferís los colores sobrios y clásicos o atreveros con un rojo o verde? Puede que sólo queráis adornar los asientos de atrás con ramos grandes de rosas blancas y vuestra canción favorita sonando en el radio. Todo detalle le será de ayuda y reflejará mejor vuestra esencia al alejaros de la iglesia o lugar de ceremonia, en coche.

4 – Chófer: ¿sí o no?

Puede que aumente un poco la tarifa de alquiler del coche, pero un buen servicio de chófer os ayudará mucho en caso de que estéis nerviosos o prefiráis no arrugaros el atuendo mientras conducís. Es cierto que otorga una sensación de clase indudable, pero muchos novios prefieren salir de la iglesia conduciendo ellos mismos, como seña de comienzo de su viaje de novios. La decisión final la tenéis entre los dos, pero tened en cuenta que, en caso de contratar a un chófer, el modelo de coche no podrá ser un dos plazas, si no que deberéis optar por uno con más espacio.

5-Opciones originales para el transporte de bodas

Nos vemos obligados a hacer una sección específica para todos aquellos que siempre han roto los moldes y que se plantean seguir haciéndolo durante su boda.

Existen varias opciones además del coche de bodas. No sería la primera vez que los clientes que quieren celebrar su enlace en Villa Laureana, nuestra finca de bodas en Madrid, nos preguntan por transportes alternativos. ¿Las recomendaciones de nuestro wedding planner?: podríais optar por decorar una antigua camioneta de campo blanca para un estilo más campestre o incluso llegar en bicicleta para las bodas más sencillas. Es uno de los aspectos de las bodas que más ilusión les hace a los novios y existen infinidad de ideas: acudir en una Vespa, entrar a la finca en caballo o incluso hacerlo en familia, alquilando un viejo autobús de línea restaurado y acondicionado para la ocasión.