Te lo contamos todo acerca de las arras de boda que la pareja se intercambia durante la celebración:

Qué son las arras matrimoniales

Se trata de 13 monedas que el novio y la novia intercambian en el altar. Suelen estar hechas de baños de oro o plata, pero pueden ser de cualquier otro metal. También aparecen representados motivos religiosos o incluso la fecha de vuestra boda, frases de amor o cualquier otro detalle que se os ocurra. Hay empresas que se encargan de confeccionarlas de forma personalizada para vosotros. A continuación vamos a ver qué simbolizan y quién y cuándo las entregan.

arras de boda

Qué simbolizan las arras de boda

Las arras matrimoniales simbolizan la prosperidad. Es una forma de decirle a tu pareja que vas a compartir con él todo lo que tienes. Su origen tiene lugar hace muchísimos años, y en España entró en la Edad Media. Era la forma que tenían antiguamente de declararse amor eterno y prometerse fidelidad. Antes eran incluso obligatorias, una garantía de que el matrimonio era verdadero y que estaban al 100% el uno por el otro.

Ahora, sin embargo, es una muestra del vínculo entre ambos, que se hace de forma voluntaria para seguir una tradición, demostrando que compartiréis lo que tengáis, ya sean bienes materiales como el dinero, o inmateriales como el tiempo que paséis juntos y el amor entre vosotros.

Quién las entrega

Lo habitual es escoger a los niños y niñas de la familia para que entreguen las arras en el altar, en una pequeña cesta o nido con flores. A veces también se utilizan pequeñas bandejas de plata. Elijas lo que elijas, asegúrate de que los niños ensayan y que no sean demasiado pequeños para este papel. Deberían tener cumplidos, por lo menos, los 5 años. Suelen ser el regalo de la madrina de la boda, aunque muchas otras veces son heredados de padres o abuelos y esto le aporta un enorme valor sentimental al momento de entregar las arras de boda.

Cuándo se dan las arras

El momento de entregar las arras de matrimonio es justo después de entregar las alianzas al matrimonio. Justo después, los niños con las arras se acercan al altar y el sacerdote los bendice y se los entrega a la pareja, quienes deben abrir las manos y declarar en voz alta «yo las recibo». Si vuestra boda no es religiosa, podéis entregároslas entre vosotros y escoger la frase que más os guste para ese emotivo momento. ¿Y tú, vas a seguir con esta tradición de bodas?

 

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