Hay muchas maneras de casarse por la Iglesia. De día, por la tarde, en primavera, en otoño, en una ermita, en la catedral de la ciudad natal de la novia, en una parroquia de barrio o en un templo románico en el que apenas se cuela la luz por sus minúsculos ventanucos. Pero todas ellas comparten un rito que tiene su particular protocolo, al menos en las bodas católicas: el paseíllo nupcial de los novios desde la entrada de la iglesia hasta el altar.

¿Y cómo plantear esa entrada en la iglesia? Antes que nada, pues los novios se encuentran en la conocida como ‘casa del señor’, tendrán que comentar con el sacerdote las opciones que se pueden o no se pueden plantear. Si procede o no poner música, si es habitual que sea el novio el que espere en el altar mientras la novia llega del brazo del padrino, si el coro, de haberlo, puede cantar, si por el contrario será el órgano el que haga el acompañamiento musical…

 

¿Qué dice el protocolo sobre los prolegómenos de la boda?

Por norma general, se convoca a los invitados unos veinte o treinta minutos antes de la ceremonia, en las inmediaciones del templo. Siempre hay una plazoleta alrededor en la que conversar amigablemente antes de pasar a la solemnidad y el recogimiento que toda ceremonia religiosa implica.

Esto ayuda a que los invitados lleguen antes que los novios y estos, cuando hagan su entrada en el coche engalanado para la ocasión, acojan a la pareja. Ellos deben ser los últimos en acceder y está mal visto que lo haga ningún invitado después de los novios. Y, claro, que tengan su tiempo para tomar asiento en los bancos para esperar entonces a los novios. Importante: los invitados no pueden entrar más tarde que la novia.

 

¿Cuándo debe llegar el novio?

Si los invitados han llegado unos treinta minutos antes, el novio puede llegar cuando queden aproximadamente diez minutos para la hora establecida del comienzo de la ceremonia religiosa. El protocolo dice que el novio debe entrar antes que la novia, y esperarla en el altar, al que ha sido conducido por la madrina.

En ese momento, el novio se coloca a la derecha y la madrina a la izquierda, respetando un hueco para que la novia ocupe su posición. ¿Dónde se coloca la novia en el altar? Aquí no hay debate posible: a la izquierda del novio.

 

protocolo para entrar a la iglesia en una boda

¿Cómo es la entrada de la novia?

Una vez está todo el mundo bien colocadito, invitados, sacerdotes, músicos y cantantes del coro, así como el novio, llega el momento del protocolo de entrada de novia y padrino. Es el momento para que suene la música, si así se ha decidido, y el padrino, a la derecha de la novia, acompañe a la novia. A su vez, ésta llevará un ramo en su mano izquierda, y se da paso entonces al pasillo, un momento emotivo, en el que todas las miradas recaen sobre ella, y que a buen seguro no olvidará nunca.

En el altar, la disposición será la siguiente, de izquierda a derecha: madrina – novia – novio – padrino. ¿Parece fácil? Difícil respuesta. En cualquier caso, los nervios del día más importante de tu vida harán que hasta colocarte una diadema te parezca un reto. Cuanto más claro y asumido esté el protocolo para entrar a la iglesia en su boda, ¡mucho mejor! Es la ventaja de los protocolos: tienen cierto encorsetamiento, pero también facilitan mucho las cosas.

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