De todas las costumbres relacionadas con las bodas, la entrega del anillo de pedida sigue siendo una de las más deseadas y por qué no decirlo, la más romántica.

De su origen, su simbolismo, curiosidades y de los distintos tipos de anillos, vamos a hablarte hoy en Villa Laureana.

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El primer anillo de pedida de la historia

Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha creado símbolos como representación de sus creencias y la unión de dos enamorados es una de las decisiones más importantes en nuestra vida.

Ya en la Prehistoria se utilizaban lazos vegetales anudados a las muñecas de la novia, pero los primeros anillos encontrados, de hueso, marfil y cuero, provienen de los egipcios.

Los romanos, como grandes orfebres, incorporan más tarde distintos metales en su fabricación que no solo servían para agasajar a la novia.

También se entregaban a los suegros robustos anillos de hierro con forma de llave, para custodiar los cofres donde se guardaban los objetos valiosos del hogar.

Tanto judíos como cristianos adoptaron la costumbre pagana y en el siglo XIII quedó establecido que la entrega de un anillo de oro sería el símbolo de una relación indestructible.

Si te interesa aprender más sobre los distintos materiales que simbolizan el amor, te recomendamos leer este artículo: ¿Cuáles son los nombres de los aniversarios de boda?

El anillo de pedida se coloca en la vena del amor

El dedo donde se coloca el anillo también tiene un origen muy curioso.

Proviene de la creencia de que la vena amoris está en el tercer dedo de la mano izquierda y conecta directamente con el corazón.

En el Ritual Romano de Pablo V de 1615 ya figura la mano izquierda como la del matrimonio y desde entonces las alianzas se lucen en el dedo anular de esta mano.

Febrero no es el mes del amor

Aunque San Valentín nos visite cada 14 de febrero, el mes en el que el pico de venta de esta joya alcanza la cumbre es diciembre, de ahí que haya gente que le considere el mes más romántico del año.

Un diamante es para siempre

El rubí, el zafiro o la turquesa son muy solicitados pero si hacemos una encuesta, la mayoría de las parejas no imaginan un anillo de pedida sin un diamante ¿verdad?

¿Sabías que el nombre de esta piedra preciosa proviene del griego adámas que quiere decir inalterable?

Todo apunta a que el primer anillo de diamantes, que todavía se conserva, es el que encargó el enamoradísimo Maximiliano de Austria para conquistar a su prometida, María de Borgoña.

Los nobles europeos vieron este gesto «diamantino» como lo más top del glamour y la idea se extendió rápidamente.

Además, con la explotación de las minas de diamantes en Sudáfrica se entendió que el negocio no solo debía ser exclusivo de las clases acomodadas y que tenía que popularizarse.

Sin embargo, la aceptación del diamante no fue inmediata y la multinacional De Beer tuvo que invertir muchísimo en publicidad para lograr vender su producción.

Y lo consiguió con la creativa Frances Gerety y uno de los mejores slogans de la historia que seguro has escuchado miles de veces: «Un diamante es para siempre».

Años más tarde Marilyn Monroe lo consagró como objeto de deseo en la película «Los caballeros las prefieren rubias» con aquella famosa frase: «Los diamantes son los mejores amigos de una mujer».

Con tanta campaña de marketing no nos sorprende que hoy, más del 80% de los anillos de compromiso lleven engarzados un diamante.

El anillo de la reina

¿La moda afecta también a la joyería?

No cabe la menor duda pero, en el caso de los anillos de pedida, los magnos influencers suelen ser las casas reales.

En las bodas de abolengo se perfilan muchas tendencias y los encargos de diseños inspirados en el anillo de Lady Di, que ahora lleva Kate Middleton, o el de la reina Letizia se dispararon en su momento.

El anillo de compromiso más caro de la historia

Melania Trump recibió el día de su pedida, un diamante de 15 quilates de corte esmeralda valorado en 3 millones de euros y Beyoncé luce su diamante de 18 quilates engastado en platino pero ¿cuál crees que ha sido el anillo más caro de la historia?

Se lo regaló Richard Burton a Elisabeth Taylor y supera los 8 millones de euros.

Anillos de boda eco friendly, una tendencia que va a más

Sin lugar a dudas, la preocupación por el medio ambiente está afectando también al mundo de la joyería.

Las parejas buscan una pieza personalizada que refleje su filosofía de vida con anillos respetuosos donde no se exploten los recursos naturales, ni a los seres humanos.

El solitario sigue siendo la forma más clásica de pedir matrimonio, pero la combinación con otras piedras preciosas logra diseños a medida, con detalles que elevan el valor sentimental de cada anillo.

Con o sin anillo de pedida, lo importante es que te sientas libre para decidir cuándo, dónde y con quién deseas vivir tu dulce historia de amor.

Pero si estás planeando pedir a tu pareja que se case contigo, no lo pienses más, necesitas el rincón más romántico del norte de Madrid.